(La información es de Daniel Quesada, Hobby Consolas)
Uno de los juegos más esperados de los últimos años ha llegado al fin y reúne todo lo que nos apasiona de Bethesda Game Studios. Starfield despega por fin y supone uno de los mejores juegos que puedes disfrutar en Xbox Series X|S y PC actualmente.
La conquista del espacio es uno de los sueños más viejos de la humanidad, algo que requiere un proceso lento, meticuloso y a la vez apasionado. En cierto modo, es lo mismo que ha sucedido con Starfield, que por fin, después de una década en desarrollo, llega a Xbox Series X|S y PC por obra y gracia de Bethesda Game Studios.
Los creadores de The Elder Scrolls y Fallout llevan años mostrándonos el avance del juego, uno que supone el arranque de una nueva franquicia para ellos y que, por tanto, conlleva una ambición inusual. Eso se refleja desde el principio, pues a grandes rasgos, tenemos cientos de planetas por explorar, miles de líneas de diálogo y, en última instancia, un universo de misterios por descubrir.
El análisis de Starfield en Hobby Consolas
- Cómo se juega a Starfield
- Nivel de dificultad de Starfield
- ¿Cuántas horas dura Starfield?
- Cuánto cuesta Starfield y dónde puedes jugarlo
- La opinión de Hobby Consolas de Starfield
- Nota: Lo mejor y lo peor de Starfield
Jugabilidad y gameplay de Starfield
La historia de Starfield arranca en el año 2330, cuando la humanidad ha dominado una técnica de exploración espacial conocida como saltos gravitacionales, lo que les ha permitido colonizar galaxias lejanas y dejar atrás un planeta Tierra ahora desierto e inhóspito.
Nosotros somos un minero anónimo, que durante una excavación más o menos rutinaria descubre un extraño artefacto de origen desconocido (vale, esto recuerda mucho a Mass Effect, sí). Al tocarlo, unas extrañas imágenes y sonidos invaden su cabeza. Tras este hallazgo, somos reclutados por Constelación, una organización que quiere conocer los orígenes y secretos del Universo.
A partir de ese punto empieza una aventura de exploración que puede ser en primera o tercera persona, pues podemos cambiar el punto de vista en cualquier momento.
Nuestro héroe puede tener cuerpo de chico o chica y es posible cambiar su complexión y cara con un nivel de detalle loquísimo: posición de ojos y cara, pómulos, boca, piercings, cicatrices, peinados y color de cualquier tipo, manchas, pintura facial… ¡Hasta podemos tener los dientes negros, si queremos!
También podemos establecer el origen del personaje y ciertos matices de su carácter, lo que nos puede dar cierta afinidad más adelante o provocar que se den ciertos elementos únicos, como que un fan nos dé la brasa de vez en cuando al vernos. ¿A que os suena de juegos previos?

En términos generales, el juego recuerda a Fallout en torno a cómo nos desplazamos, dialogamos con personajes o incluso gestionamos el inventario, pero poco a poco comienzan a notarse las diferencias.
Por un lado, tenemos a nuestro personaje «a pie», con el que podemos andar, correr, saltar o agazaparnos, pero enseguida adquirimos la posibilidad de usar un arma y una mochila propulsora para impulsarnos ligeramente.
Además, tenemos que equiparnos con un traje espacial pues, aunque habrá partes donde se podrá ir «al descubierto», en otros el entorno puede tener un frío o calor extremos, además de radiación, gases tóxicos u otros peligros críticos para nuestra salud. Este puede provocar que suframos laceraciones, hipotermia, mareos… Que deberemos tratar antes de que pasen factura a la salud.