(La información es de Christian Gonzáles, La Tercera)
Curicó Unido vence a Universidad Católica y le añade un par de metros al pozo más profundo al que han caído los cruzados en el último tiempo.
El cuadro sureño celebra y levanta a Federico Castro como su héroe, después de que anotara el doblete que les terminó dando la victoria.
En las filas estudiantiles, en cambio, hay caras abatidas. Cuesta definirlas con exactitud, aunque sí se puede afirmar con propiedad que son una mezcla de todas las sensaciones negativas posibles: amargura, preocupación e incertidumbre, por citar algunas.
La derrota causó un impacto profundo en Cruzados, no solo porque se perdió ante un equipo muy abordable, sino por el paupérrimo juego del equipo. La sensación que produjo la caída en La Granja fue de fin de ciclo.
Por eso, el directorio se prepara para la salida del entrenador, con reuniones y evaluaciones que se han producido desde primera hora. Por el momento, el plantel de honor tuvo libre este lunes y sigue citado para este martes a las 10 AM a entrenar con normalidad.
Sin embargo, no está claro si lo hará al mando del DT que obtuvo el tricampeonato en 2020. Una opción que se baraja es la de un interinato de Rodrigo Valenzuela.
La tabla muestra razones inequívocas para no vacilar sobre calificar el momento del club de la franja con la palabra que tanto irrita en el ambiente futbolístico: crisis. Y también para definirla como la peor en varios años.
La UC ocupa el octavo puesto, con 23 puntos, nueve menos que el líder Cobresal, aunque el principal síntoma de la inestabilidad hay que buscarlo en la columna de las derrotas: la que lamentaron ante el equipo tortero es la sexta del Campeonato.
El cuadro lo completa la temprana eliminación en la Copa Sudamericana, una decepción que caló hondo también en las finanzas del club, considerando los millonarios recursos que reparte el torneo, y, por consecuencia, en la imposibilidad de contar con ellos para el fichaje de refuerzos que, teóricamente, ayuden a salir del mal momento.
El técnico, el más golpeado
Las críticas más punzantes, eso sí, se las lleva el técnico Ariel Holan. La coincidencia es que el proceso del técnico argentino está agotado. La interpretación prescinde, por cierto, de los duros calificativos con los que se grafica.
A los hinchas de la UC ya no les gusta la forma en que juega el equipo. Lo peor, en todo caso, es que tampoco a los jugadores, que están visiblemente confundidos y desorientados. En el año se han producido varios cambios en la formación y de sistema táctico, en la búsqueda de soluciones que no llegan.
Si a comienzos de temporada, en San Carlos de Apoquindo se ilusionaban con el modelo ultraofensivo que prometía el estratega, que en la pizarra se traducía en un 4-2-4, un sistema muy poco utilizado en el fútbol actual y que dejaba atrás formas más conservadoras usadas por otros entrenadores, lo concreto es que nada ha funcionado como se proyectaba.
Apenas un mes después, tras el empate 3-3 ante Cobresal, Holan ya dejaba entrever su descontento por la falta de equilibrio defensivo y anunciaba ajustes. “Ese punch que tenemos adelante debemos compensarlo con equilibrio cuando perdemos el balón”, dijo después de la igualad. La caída frente a la U, en la reanudación del Clásico Universitario motivó un nuevo movimiento en la pizarra. Otra vez, el técnico intentaba darle un matiz a su escuadra.
Ya ni siquiera el factor económico es razón suficiente para aguantar un proceso que se hizo insostenible, más allá de que sacar sacar al técnico cuesta unos 300 millones de pesos. “Católica es reacia a los cambios de entrenadores, pero siempre evaluamos lo mejor para el equipo, por lo que eso puede pasar.
Lo que hay que evitar es caer en una seguidilla de cambios que resulte más perjudicial”, advierten en la precordillera. Justamente, el gran problema es con quién reemplazar a Holan. No hay mucho al alcance en el mercado, apuntan.
El DT se ha aceptado como responsable de la crisis, aunque con una salvedad: que no es el exclusivo culpable. Y tiene razón, porque sus constantes cambios de esquema y de alineación tienen un origen claro: la mala conformación del plantel, los fichajes mediocres y la falta de alternativas.
Al respecto, Cruzados ni siquiera ha sido capaz de traerle un reemplazante de Mauricio Isla. “Tuve la suerte de estar en otra etapa, pero son momentos muy distintos de la institución. Demasiado diferentes. Yo me hago cargo de las cosas que me tocan. El principal responsable es el entrenador, pero no el único”, puntualizó después del revés ante Everton en el Santa Laura.