(La información es de Marca)
Con muchos más apuros de lo previsto, el Betis ha cumplido los pronósticos imponiéndose al Almería por 3-2 y trasladando toda la presión a la Real Sociedad en la lucha por los puestos europeos. El equipo de Pellegrini, con Isco de regreso al once tras cumplir sanción, ha sufrido de lo lindo para superar al colista de LaLiga, ya descendido a Segunda división, y con 55 puntos en la clasificación se coloca en la sexta plaza provisional, a la espera de lo que haga mañana el equipo de Imanol en su visita al Barcelona en el Estadio Olímpico de Montjuic.
Con este triunfo, con goles de Fornals, Isco y Ayoze, los verdiblancos enlazan cinco jornadas consecutivas sin conocer la derrota, con un parcial de 13 puntos de 15 posibles. Con una victoria el próximo jueves en su visita a la UD Las Palmas, independientemente de lo que hagan Villarreal y Valencia, a siete puntos, los heliopolitanos certificarían matemáticamente su clasificación para disputar torneos continentales el próximo curso, a la espera únicamente de saber si es la UEFA Europa League o la Conference League.
Ánimos a Félix y exhibición de Isco
Enviándole ánimos a Félix Garreta, canterano bético cedido esta temporada en el Amorebieta que se encuentra en coma inducido tras sufrir un accidente doméstico, y con una indumentaria especial, en el partido Forever Green por la sostenibilidad del club, el Betis arrancó mandando desde el primer minuto.
Y aunque su dominio se vio truncado casi de inmediato por un incidente médico en la grada, no tardó en retomar el mando y ponerse por delante en el marcador. Pase filtrado de Fornals a Isco, reverso del malagueño, pase al área, mal despeje de Chumi y el propio Fornals, llegando desde atrás, marca con la zurda.
Ayoze, recortando hacia dentro y buscando un golpeo raso, al palo corto, obligó a Maximiano a sacar una fantástica mano para evitar que los verdiblancos volvieran a ver puerta tras un jugadón de Isco, tirando un caño en carrera y asistiendo al tinerfeño.
El partido estaba volcado hacia el área del conjunto almeriense, al que le costaba salir jugando desde atrás. Pero Viera y Robertone empezaron a encontrar el balón y a asomarse al área de Rui Silva. El argentino fue el primero en intentarlo, con un disparo lejano. Poco antes de que Embarba mandara rozando el larguero zurdazo desde la frontal.
Pero antes de la media hora, cuando mejor estaba, el equipo de Pepe Mel recibió un mazazo inesperado. Un error individual de los que hacen daño. Centelles, intentando salir jugando desde atrás, le dio el balón a Edgar en su área. El ex del Betis se confió en exceso, controló mal y vio cómo Isco le robaba la pelota y ponía el 2-0 con un cómodo golpeo con la zurda. Un tanto que parecía sentenciar el partido y que, al menos en teoría, iba a permitir a los verdiblancos jugar con comodidad y buscar las contras.
Una vez más, sin embargo ,se demostró que el Betis, cuando le cede el balón a su rival, sufre. Los únicos instantes del primer tiempo en los que Isco pareció desconectarse un poco del juego, los aprovechó el conjunto indálico para empezar a acercarse con peligro. Hasta que en el añadido, un buen balón filtrado por Pubill lo aprovechó otro exbético, Leo Baptistao, para batir a Rui Silva con un potente golpeo que rozó en Chadi Riad y despistó al guardameta portugués, que tal vez pudo hacer algo más.
Lección de orgullo del Almería
Tras el paso por los vestuarios, con el impulso anímico del gol de Baptistao y sin nada que perder, el Almería se hizo con el control del juego y empezó a buscar un empate que, después del gol de Isco, era impensable. Lo rozó tras una gran jugada del propio delantero hispano brasileño por la derecha, cuyo centro al área incomprensiblemente dejó pasar Sabaly para que Embarba controlara y recortara buscando la escuadra. No acertó por muy poco, pero la acción hizo saltar las alarmas en el banquillo bético, que no tardó en moverse.
Otro error de Edgar arriesgando con un pase vertical terminó en un córner en el que los jugadores del Betis pidieron penalti por mano de Embarba, aunque el VAR dictaminó que no era suficiente después de que el balón le golpease entre la espalda y el antebrazo, saltando de espaldas. Y ya con William Carvalho y Abde en el campo, el partido enloqueció. Primero, con el enésimo fallo del conjunto indálico en la construcción. Y después, con una reacción instantánea de los de Mel.
Maximiano le dio el balón a Pubill, de espaldas y presionado. El prometedor lateral controló largo, Isco le robó la pelota y se la dio a Ayoze para que la pusiera en la escuadra para el 3-1. Un nuevo gol de la sentencia que no fue tal porque Luka Romero, recién salido desde el banquillo, volvió a acortar distancias en su primera intervención. Centro desde la izquierda, remate al palo del argentino y a la red a la segunda tras cazar el rebote. Un tanto que se revisó por posible fuera de juego con las clásicas e incomprensibles líneas de trazo grueso.
Los últimos minutos fueron un quiero y no puedo de Abde, intentando reivindicarse después de que Pellegrini le diera media hora y decidiendo mal en cada acción, pese a su esfuerzo, y el sufrimiento de su equipo por el ataque sin cuartel de un Almería que, pese a ser ya de Segunda, mostró su orgullo. Embarba rozó el empate con un testarazo desde fuera del área. Rodri pudo ‘matar’ el partido tras una pérdida de Luka en su área. Abner sacó un centro peligrosísimo de Centelles. Y los verdiblancos, en un final agónico, encarrilaron su camino hacia Europa.
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