(La información es de Agencia EFE y Telemundo)
Un mundo hostil con temperaturas de hasta 2,000 grados y cubierto de nubes metálicas de las que llueve titanio, pero que le hacen ser el exoplaneta más brillante descubierto hasta ahora. Es un hallazgo logrado por la sonda Cheops, la cazadora de planetas más allá del sistema solar.
El exoplaneta se llama LTT9779b, tiene aproximadamente el tamaño de Neptuno y al estar cubierto de nubes metálicas refleja el 80% de la luz que recibe de su estrella anfitriona, según un estudio que publica hoy Astronomy & Astrophysics.
Su alta reflectividad lo convierte en el mayor “espejo” del Universo que se conoce hasta ahora. En el sistema solar, el planeta que más refleja la luz del sol es Venus, aproximadamente un 7%, mientras que la Tierra lo hace en un 30%.
El descubrimiento inicial de este planeta lo hizo en 2020 la misión Tess de la Nasa y varios instrumentos terrestres como HARPS del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile, pero las mediciones de alta precisión y su seguimiento fueron labor de la misión europea Cheops.
El exoplaneta tiene un radio 4.7 veces mayor que el de la Tierra y allí un año dura solo 19 horas. En el lado que da hacia su estrella, se calcula que la temperatura es de unos 2,000 grados.
Su mayor peculiaridad es que está cubierto por nubes metálicas reflectantes, formadas en su mayor parte por silicato -el mismo material del que están hechas la arena y el vidrio- mezclado con metales como el titanio.
Uno de los autores del estudio James Jenkis, de la Universidad Diego Portales de Chile, lo describe como “un mundo en llamas, cerca de su estrella, con pesadas nubes de metales flotando en el aire, haciendo llover gotas de titanio».
La fracción de luz que refleja un objeto se denomina «albedo» y el de la mayoría de los planetas es bajo porque tienen una atmósfera que absorbe mucha luz o porque su superficie es oscura o rugosa. Las excepciones suelen ser los mundos helados y los planetas como Venus, que tienen una capa de nubes reflectantes.
El elevado albedo de LTT9779b fue una sorpresa para los investigadores porque allí se llega a unos 2,000 grados, una temperatura que debería ser demasiado elevada para que hubiera nubes de metal o vidrio.
«Era realmente un rompecabezas”, dijo Vivien Parmentier, investigadora del Observatorio de la Costa Azul (Francia), pero la explicación es que el planeta puede formar nubes metálicas porque, a pesar de estar tan caliente, su atmósfera está sobresaturada de vapores de silicatos y metales.
Otra característica significativa es que por su tamaño y temperatura es un Neptuno ultracaliente, pero nunca se habían encontrado planetas de este tamaño y masa en órbita tan cerca de una estrella.
Todos los planetas descubiertos anteriormente que orbitan su estrella en menos de un día son «Júpiter calientes» (gigantes gaseosos con un radio al menos diez veces mayor que el de la Tierra) o planetas rocosos de menos de dos radios terrestres.
“Es un planeta que no debería existir”, destacó Vivien, pues lo esperado es que la atmósfera de los planetas como este sea arrastrada por su estrella, dejando atrás la roca desnuda, sin embargo, los investigadores creen que las nubes de metal ayudan al planeta a sobrevivir.
“Las nubes reflejan la luz y evitan que el planeta se caliente demasiado y se evapore. Además, ser altamente metálico hace que el planeta y su atmósfera sean pesados y más difíciles de volar”, explicó el primer autor del estudio, Sergio Hoyer del Laboratorio de Astrofísica de Marsella (Francia).