(La información es de Bio Bio Chile.cl)
Aunque el concepto de una batería nuclear de bolsillo suena como una buena historia de Isaac Asimov, una compañía china afirma no sólo haberlo logrado, sino estar en las últimas etapas de pruebas antes de comercializarla.
La firma Betavolt Technology informó esta semana que lograron crear la BV100, una batería atómica de meros 15x15x5 milímetros -el tamaño de una moneda- la cual contiene 63 isótopos nucleares (átomos de un mismo elemento pero con una cantidad de neutrones diferente), capaces de generar 100 microwatts y un voltaje de 3V, por nada menos que 50 años.
Pero, ¿cómo es que esta batería no nos irradia y convierte en alguna especie mutante? Porque en realidad se basa en un material que fue originalmente radioactivo. A medida que este decae, la energía que libera se va convirtiendo en electricidad y, al finalizar este ciclo, sólo quedará un elemento muy conocido: cobre.
Pese a su nombre, este tipo de baterías puede ser más segura que las actuales. Las baterías atómicas no corren riesgo de inflamarse o explotar, como ocurre con las de litio que usamos actualmente. Además la empresa basada en Pekín dice que son livianas y pueden usarse en temperaturas tan extremas como -60º a 120 grados Celsius.
Un sándwich de nickel-63 y diamante
Aunque no nos lo parezca, las baterías nucleares llevan un buen tiempo entre nosotros. Submarinos, naves espaciales y equipos técnicos especiales se benefician de su extensa vida útil, sin embargo hasta la fecha nadie había podido producirlas en masa a un tamaño adecuado para dispositivos portátiles.
Los chinos, sin embargo, se enfocaron en lograrlo, como muestra un paper de 2021 donde ya se describían grandes avances sobre las baterías betavoltaicas.
Tal como describe Techradar, para ello crearon el ‘sandwich’ más extraño de la historia: una lámina de nickel-63 de apenas 2 micrones de espesor, atrapada entre dos cristales de semiconductor de diamante, que a su vez, tienen 10 micrones de grosor (un cabello humano tiene 50 micrones de diámetro).
A medida que el nickel-63 va decayendo, su energía es canalizada por el semiconductor de diamante, que la convierte en una pequeña pero constante carga eléctrica. Al finalizar su vida útil, el isótopo queda convertido en cobre.
Betavolt Technology indica que la fuente de energía es tan cómoda y segura, que no sólo podrá proveer energía durante décadas a vehículos, celulares o drones, sino que también podrá usarse en marcapasos o implantes cocleares para la sordera.
¿Cuándo podremos tenerla? La empresa asegura que tiene la mira puesta en introducir al mercado una batería de 1 watt para 2025, aunque aún no hay referencias sobre cuánto costará.