(La información es de El Mostrador)
Una investigación expone los efectos “escondidos” del cambio climático en la vida marina de peces e invertebrados, informó el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).
“Un meta-análisis es un tipo de estudio que combina y resume los resultados de múltiples estudios independientes y previos sobre un tema específico para proporcionar una estimación más precisa del efecto de interés o para explorar la consistencia de los resultados entre los diferentes estudios”, comienza explicando Patricio Manríquez, investigador asociado de CEAZA.
A modo de contexto, para comprender mejor el impacto mundial y general del cambio climático, los biólogos marinos calculan sus efectos en todos los peces o en todas las especies de invertebrados en conjunto.
“Sin embargo, los efectos determinados en diferentes estudios individuales pueden cancelarse entre sí: por ejemplo, si los invertebrados como los caracoles se benefician de un cambio ambiental y otros invertebrados, como los erizos se ven perjudicados, el efecto general para los invertebrados se concluye que es cero, aunque ambos grupos de animales si están afectados”, agrega.
Siguiendo el ejemplo, esto se traduce en que son los caracoles los que comen más debido al cambio climático y los erizos comen menos. Y de acuerdo al investigador, la reacción en cadena tiene consecuencias que van aún más allá en el medio ambiente de ambas especies.
Patricio aclara que “ambos efectos son importantes e incluso tienen efectos en cascada: las algas, que son el alimento de los erizos, crecen más mientras que el crecimiento de las algas pardas (el alimento de los gasterópodos o caracoles), disminuye. La diferencia en la alimentación de los dos invertebrados provoca un cambio en el ecosistema, de un ecosistema dominado por algas pardas a uno dominado por algas, cambiando consecuentemente el entorno de vida para todos los demás animales que viven en este”.
Además, comenta que este nuevo método de investigación es novedoso ya que no cancela resultados que aparentemente parecen contradictorios, sino que utiliza ambos resultados para determinar las consecuencias del cambio climático sobre el desempeño de los animales.
El meta-análisis aplicado a invertebrados y peces
En este caso, se realizó un meta-análisis sobre efectos de los cambios del pH y temperatura del mar en invertebrados y peces. Este trabajo en equipo fue posible gracias a un proyecto de investigación asociativa en la que inicialmente participaron en una fase experimental investigadores de Chile, Argentina, Italia y Alemania.
Financiados por el proyecto ERANet CLIMAR “Climate-driven Changes in the Habitat Suitability of Marine Organisms”, posteriormente se acoplaron en la fase de síntesis investigadores de Estados Unidos, Francia e Italia. En Chile este proyecto fue liderado por Patricio Manríquez como parte de su línea de investigación centrada en el estudio de los efectos de estresores asociados al cambio climático en organismos de nuestro maritorio.
En esta línea, los científicos analizaron 10 respuestas biológicas de peces invertebrados: conducta, biodiversidad, biomecánica, calcificación, desarrollo, crecimiento, fisiología, reproducción, metabolismo y supervivencia. Y así, mostrar en cada una las formas en que reaccionan los organismos respecto a la acidificación y al calentamiento del mar.
“Además, para cada una de las respuestas se le atribuyó si el efecto de los dos estresores asociados al cambio climático era positivo, negativo o ambiguo en comparación a una condición control normal. Esta aproximación no había sido considerada en los meta-análisis previamente existentes”, explica Manríquez.
El investigador cuenta que, a diferencia de los análisis direccionales tradicionales convencionales, las respuestas biológicas que anteriormente parecían no verse afectadas por estos dos fenómenos en realidad sí lo están.
“De hecho, nuestro estudio indica que esta nueva metodología permite conocer con más detalles los efectos del cambio climático en las especies. El nuevo método de cálculo pondera la desviación significativa del estado actual sin importar su dirección, ya sea beneficiosa o perjudicial, y la cuenta como impacto del calentamiento y la acidificación del agua de mar. Con nuestro nuevo enfoque, se puede incluir una gama más amplia de respuestas a medir y así detectar impactos que estaban ocultos en los enfoques tradicionales”.