(La información es de The Conversation.cl)
El planeta rojo no cesa de sorprendernos. Mucho más similar a la Tierra en un pasado remoto, sufrió cambios que lo transformaron en el árido desierto helado actual. Sin embargo, según sugiere su observación reciente mediante rovers y orbitadores, Marte no perdió toda su agua como pensábamos hace pocas décadas. El orbitador Mars Express proporciona ahora nueva evidencia de la presencia masiva de agua en el subsuelo marciano en pleno ecuador.
La sonda Mars Express de la Agencia Europea del Espacio contiene una pléyade de diferentes instrumentos de alta tecnología capaces de escudriñar la superficie y el subsuelo marciano. Un radar, MARSIS, recoge información del subsuelo que permite interpretar su estructura interna y composición.
Hace unos años, MARSIS descubrió la presencia de grandes masas de agua en el subsuelo del casquete polar sur marciano. Aquel descubrimiento nos dejó atónitos porque todo apuntaba a que el agua estaría en forma líquida formando lagos subterráneos.
En esa búsqueda del agua marciana ahora los investigadores han ido más allá estudiando una intrigante región del ecuador marciano llamada Medusae Fossae.
Esa región consiste en varias mesetas esculpidas por el viento que se extienden cientos de kilómetros de ancho y varios kilómetros de altura. La imponente estructura se localiza entre las llamadas tierras altas y bajas de Marte, cercana al mayor volcán del sistema solar, el Monte Olimpo. El conjunto es, de hecho, una de las mayores fuentes de polvo fino del planeta rojo. Lo fascinante es que el interior de ese apilamiento contiene una sorpresa inesperada.
¿Qué hay bajo la Formación Medusae Fossae?
La sonda Mars Express lleva casi veinte años analizando la formación Medusae Fossae. Poco después de empezar a operar reveló la presencia de gruesos depósitos de hasta 2,5 km de profundidad, pero entonces no quedó claro su contenido. Ahora, los investigadores de MARSIS han ofrecido información más detallada al reinterpretar la formación en base a lo observado en otras regiones como el casquete polar sur.
El hallazgo, publicado en Geophysical Research Letters y anunciado por la ESA, apunta a la presencia, en el subsuelo, de capas de hielo de agua que se extienden varios kilómetros bajo la superficie.