(La información es de Nicole Iporre, La Tercera)
Algo pasó en el año 2019. Como si se hubiese tocado un interruptor, de la noche a la mañana la música urbana se apoderó de las discotecas, Spotify, TikTok y hasta de las parrillas de los festivales, como el de Viña o Lollapalooza. Donde antes reinaba el rock alternativo, la música pop e indie, hoy —sentados en el trono— están el trap y el urbano latino.
Tanto así, que se bautizó a Santiago como “la capital mundial del consumo de reggaetón”, por las más de 400 millones de reproducciones mensuales a canciones de Bad Bunny, Daddy Yankee, entre otros, pero también a artistas locales como Young Cister, Polimá Westcoast, Pailita o Marcianeke.
Mientras tanto, en Ciudad de México, este tipo de música se escucha menos de la mitad, en comparación con Chile. Así, reconocido por su amplia industria musical y por tener “un espacio para todos los géneros”, México se convierte en el país por excelencia donde distintos artistas chilenos apuntan para continuar sus carreras musicales.
Algo pasó en el año 2019. Como si se hubiese tocado un interruptor, de la noche a la mañana la música urbana se apoderó de las discotecas, Spotify, TikTok y hasta de las parrillas de los festivales, como el de Viña o Lollapalooza. Donde antes reinaba el rock alternativo, la música pop e indie, hoy —sentados en el trono— están el trap y el urbano latino.
Tanto así, que se bautizó a Santiago como “la capital mundial del consumo de reggaetón”, por las más de 400 millones de reproducciones mensuales a canciones de Bad Bunny, Daddy Yankee, entre otros, pero también a artistas locales como Young Cister, Polimá Westcoast, Pailita o Marcianeke.
Las oportunidades que abre México a artistas chilenos de rock alternativo e indie
Joaquín Tapia y Mauricio Sothers son dos jóvenes chilenos que, desde la infancia, sabían que querían hacer música. Entre los pasillos de su colegio en Huechuraba, soñaban con el día en que formarían su propia banda.
—Cuando uno es niño, sueña cosas, pero todavía es intangible cómo eso se traduce en un proyecto de vida. Están las ganas, está el amor y la pasión pura que te hace iniciar en esto, pero no hay una hoja de ruta—relata Joaquín a LT.
Ya más adultos, en la casa de Joaquín —con ayuda de su padre—en el agujero profundo donde se encontraba la piscina, construyeron una especie de estudio. Entre sus paredes subterráneas, hasta la fecha resuenan las canciones de KIEF, nombre bajo el que, junto a Mauricio, sacaron su primera canción de rock alternativo en el año 2019.
Hace pocos días, lanzaron su último sencillo, La Corona, que se suma a la lista de canciones que compusieron bajo tierra. Ambos dicen —entre risas—, que más de la mitad de sus oyentes son de México, a pesar de nunca haber ido a tocar ahí.
—En Chile nos dimos el tiempo de tocar en muchos bares, hacer muchas presentaciones y shows, y es algo que nos gusta mucho. Aunque esto ha tenido un impacto mucho menor al que se ha generado en México. Es decir, la gente ha demostrado un interés mayor por nuestra música en Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y Monterrey.
Ambos integrantes de KIEF están seguros de que su género —una mezcla de rock alternativo e indie pop—, tiene su cuna en el país del tequila, lugar donde apuntan a continuar su carrera artística en un futuro. Sienten un gran cariño por sus fanáticos mexicanos, que se hacen sentir a pesar de estar a kilómetros de distancia y no haberlos escuchado en vivo.