(La información es de Qué Ver.news)
En su inmenso catálogo, Netflix cuenta con una gran oferta de películas y series para todos los gustos. Para los amantes del cine de autor y europeo, la plataforma tiene un interesante listado de títulos, los cuales basta con darle play para sentarse y disfrutar de ellos.
Una chica fácil, la película francesa de 2019 dirigida por Rebecca Zlotowski, nos sumerge en la Riviera Francesa para explorar la sexualidad femenina, la libertad y la búsqueda de identidad en la adolescencia. La historia gira en torno a Naima (Mina Farid), una joven de 16 años que vive en Cannes con su familia de clase trabajadora. Durante el verano, recibe la visita de su prima Sofía (Zahia Dehar), una mujer sofisticada y atractiva que le abre las puertas a un mundo de lujo y placer.
Zlotowski captura con una mirada tierna y honesta la fascinación de Naima por el estilo de vida de Sofía. A través de sus experiencias compartidas, la joven comienza a cuestionar sus propias creencias y valores, explorando su sexualidad con libertad y curiosidad. La película no juzga las decisiones de Naima, sino que las presenta como parte natural del proceso de autodescubrimiento.
Una chica fácil se caracteriza por retratar la etapa de la adolescencia y la juventud de forma fresca y realista. Naima no es una víctima ni una heroína, sino un personaje complejo y lleno de matices. Con una presencia magnética que traspasa la pantalla, Farid logra reflejar los miedos, deseos e inseguridades de la joven Naima, buscando definir su propia feminidad, desafiando las normas preestablecidas.
La película es visualmente atractiva, con una fotografía que captura la belleza de la Riviera Francesa. La banda sonora también juega un papel importante, creando una atmósfera sensual y melancólica que acompaña a la perfección la historia.
El resto del elenco cuenta con las actuaciones de Benoît Magimel, Nuno Lopes, Clotilde Courau, Loubna Abidar y Lakdhar Dridi.
El filme dirigido por Zlotowski fue presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes donde obtuvo el Premio SACD a Mejor Película en francés. Asimismo se llevó los elogios de la crítica por ser una película profunda y original que invita a reflexionar sobre la adolescencia, la sexualidad y la libertad.