(La información es de La Tercera)
Ricardo Gareca será el encargado de comandar un nuevo proceso de la Selección Chilena. El Tigre recaló en Juan Pinto Durán con expectativas, tanto propias como de los hinchas o la dirigencia que rige el fútbol nacional. En la ANFP, el exdelantero era el principal candidato, sin embargo, no era el único.
No es una exageración mencionar que hubo una danza de nombres en el organismo que tiene sede en Quilín. Algunos tuvieron negociaciones avanzadas, mientras otros derechamente rechazaron dirigir a la Roja. El ente dirigido por Pablo Milad sufrió una serie de portazos antes de concretar el arribo del exentrenador de Perú.
A pesar de su llegada, no fue fácil convencer a Gareca. El entrenador de 66 años era el más complicado debido a las exigencias que imponía. De todas las opciones, es, por lejos, el más quisquilloso. Por ejemplo, uno de sus principales requirementos constaba en que Milad fuera su línea directa. Él y el curicano, nadie más. De hecho, fue el único que fue entrevistado personalmente por el mandamás del fútbol chileno, en algo que también fue petición expresa del exdelantero. El otrora ariete, desde el inicio, se hizo notar por su carácter y por dejar las cosas marcadas.
El presidente de la ANFP, en tanto, encabezó un viaje trascendental a fines de 2023. El periplo era crucial, pues junto a una comitiva, que también contaba con la presencia del gerente de selecciones Rodrigo Robles, viajaron a Buenos Aires para dialogar con algunos de los candidatos.
“Hablé con Ricardo (Gareca), buen técnico, tuvo buena disposición. Hemos hablado con otros también. Con (José Néstor) Pékerman también nos reunimos”, indicó Milad en su llegada al país, donde entregó más detalles de sus reuniones. El Tigre era el ideal para una elección que tenía como fecha límite el 18 de febrero y que, finalmente, se concretó un mes antes.
Portazos y complejas negociaciones
Antes de la llegada del Tigre, hubo nombres que se negaron a venir. José Néstor Pekerman y Gabriel Milito, en primera instancia, rechazaron a la Roja. No obstante, las negociaciones avanzaron y la situación se dio vuelta. Tanto así que, hasta previo al anuncio de Gareca, ambos continuaban con opciones de ser el estratega de la Roja.
El otrora estratega de Colombia y Venezuela también mostró la personalidad que lo caracteriza. Era el más cerrado de los tres candidatos finales, aunque también destacaba por lo metódico. Pekerman alcanzó el éxito con Colombia luego de llevarlos a dos Mundiales consecutivos (2014 y 2018) y, a pesar de renunciar anticipadamente, inició los cimientos de una incipiente generación de la Vinotinto que se ilusiona con la opción de clasificar por primera vez al certamen mundialista.
Milito, en tanto, es el más abierto y dinámico. Sin embargo, su juventud generó dudas en el directorio. Su inexperiencia, además de resultados, donde le fue bien principalmente en Argentinos Juniors, no entregaron la confianza necesaria para que asumiera el cargo como líder de un desgastado proceso.