(La información es de Radio Universidad de Chile)
¿Qué pasaría si un día nos enteramos de que toda nuestra vida no es más que una simulación? Esa pregunta -de profundo carácter filosófico- fue la que plantearon Lana y Lilly Wachowski, la flamante dupla de directoras que llegó para cambiar el panorama del cine occidental con “Matrix“.
Era 1999 y el mundo se encontraba sumergido en un punto sin retorno respecto al avance de las nuevas tecnologías digitales. En ese panorama, también cargado de incertidumbre y de una desilusión juvenil en torno al estilo de vida ofrecido por el sistema capitalista, la obra de las hermanas Wachowski llegó para poner sobre la mesa una reflexión que mezcló contingencia con un manejo contundente de CGI -imagen generada por computadora- y, por supuesto, muchísimas frases y escenas icónicas que pasaron a la historia del cine.
Hoy, a 25 años de ese verdadero hito del cine contemporáneo, son varias las salas chilenas que se han unido para celebrar este aniversario con funciones especiales que ofrecen una nueva oportunidad para sumergirse en la matrix a través de la pantalla grande. Entre ellas, Cinépolis (el 11 y 12 de junio a partir de las 19:30 horas) y la Cineteca Nacional (con funciones el 16, 23 y 30 de junio).
Las proyecciones locales hacen total sentido, pues durante su estreno, y tal como sucedió en el 99, la película también caló hondo en la juventud de fin de siglo. “Yo fui al estreno de ‘Matrix’”, recordó la crítica de cine Alejandra Pinto al ser consultada por Radio y Diario Universidad de Chile. “La vi en el cine universitario de la Universidad Católica del Maule en Curicó”.
“En ese tiempo no había redes sociales ni mucho menos, entonces lo que uno hacía era revisar qué película podía ver. Keanu Reeves en ese momento ya era un actor al que varios seguíamos, y esa fue la razón por la que fuimos a verla. Y además yo estaba en provincia, donde la información que podíamos tener sobre las películas a veces era súper poca. Fue algo para lo que de verdad no teníamos ninguna expectativa y que, en ese momento, nos voló muchísimo la cabeza”, comentó Pinto.
“Creo que fue la primera vez que nos enfrentamos a una pantalla de cine donde nos tiraban una idea súper fresca. Me da la impresión de que toda la generación que vivió gran parte de su adolescencia durante los 90 teníamos algún tipo de desencanto frente a las promesas post dictadura, y que a esas alturas ya sabíamos que mucho de lo que pensábamos no iba a pasar. Y esta película nos pegó justo en el desencanto“, sumó.
Un éxito inesperado
Por entonces, y a pesar de que la filmografía de las hermanas Wachowski ya tenía otros títulos a su haber, lo cierto es que, previo a su estreno, no hubo muchas expectativas en torno a su llegada a la cartelera. De hecho, una de las novedades de ese año era “La amenaza fantasma”, la primera parte de las precuelas de “Star Wars” que por fin ahondaría en los inicios de la saga luego de más de dos décadas de espera.
Aun así, logró imponerse como una de las películas más taquilleras del fin de siglo. “Todos esperábamos la nueva trilogía de George Lucas“, comentó Rodrigo González, también crítico de cine. “Matrix, en ese sentido, no era una película que uno tuviera tanto en el radar. Pero fue un gran éxito de taquilla. Llamó mucho la atención y desde ese mismo momento empezaron a pensarse y elaborarse muchas teorías al respecto, porque esa es una de las características de esta película. El material que da para hablar y especular”.
Algo que igualmente es compartido por la crítica Sol Márquez, quien destaca el nivel de innovación que significó la tecnología empleada en función de construir un imaginario que, entre otras aspectos, definió la estética “hacker” de principios de los 2000.
“Lo que hicieron las hermanas Wachowski en el 99 fue entender que esta historia necesitaba de todas las herramientas cinematográficas que estuvieran disponibles. No solo a nivel de CGI, que es espectacular y que marca un precedente absoluto, sino también en el diseño de sonido. No es menor que la película se haya quedado con los dos Oscar que había en ese momento, que eran Edición de sonido y Efectos de sonido. Había que contar una historia que es fuera del mundo real. Y este mundo creado por las computadoras tenía que responder a este lenguaje binario, a los ceros y unos“, señaló Márquez.
Sobre su presencia en la cartelera junto al largometraje que ahondaba en la historia de Anakin Skywalker, la crítica definió dicho encuentro como “fantasía versus ciencia ficción, donde el uso de la tecnología por parte de ‘Matrix’ hizo que esta última se robara toda la atención y toda la conversación”.
“En ningún caso se pasaron de revoluciones con eso”, agregó Pinto sobre la tecnología que trajo consigo el filme. “Estaba todo súper bien afiatado en una historia que a uno le hacía sentido, en una forma de instalar a los personajes. Había un tema discursivo respecto a los personajes que a uno le hacía todo el sentido. De hecho, uno ve la película ahora y no se siente pasada de moda, o que te esté dando algún mensaje, o que se vea de alguna forma que parezca anticuada. Es súper interesante lo que pasó y lo que sigue pasando con ella”.