(La información es de La Tercera)
De momento este Roland Garros está dando mucho que hablar más allá de la cancha de tenis. Primero por las lluvias que están causando estragos en la programación del torneo y segundo, por el comportamiento del público francés en los primeros días de juego, quienes han sido criticados por algunas de las figuras más importantes del circuito.
Tal ha sido la molestia de los jugadores que la organización del Abierto de Francia anunció este jueves que se prohibirá la venta de alcohol en el torneo. Una medida extrema, pero que a estas alturas parece necesaria, ya que en muchos partidos la situación ha superado los límites esperados. Por ejemplo, David Goffin acusó que un hincha le lanzó un chicle en su partido de primera ronda ante el tenista local Giovanni Mpetshi Perricard.
Toda esta problemática fue abordada por Novak Djokovic (1°), quien en rueda de prensa se mostró tajante con el tema. “Yo quiero que los aficionados animen, que canten, pero cuando se pasa una línea es irrespetuoso. He experimentado lo de Goffin y apoyo lo que hizo. a veces hay que plantar cara”, confesó el número uno del mundo y campeón defensor del Abierto de Francia.
Nole eso sí fue claro con su visión en torno al apoyo de las gradas por los jugadores locales, admitiendo que entiende la situación. “Son aficionados apasionados y, a veces, no es fácil. He experimentado los dos lados. Siempre esperas ser al que apoyen o que sean neutrales, pero no pasa cuando juegas con un francés. Tienes que saber que vas a tener una batalla y no sólo contra tu rival. Si juegas contra un tenista local en las pistas de fuera aún hacen más ruido”, agregó el europeo, quien este año vivió una situación similar en el Abierto de Australia al enfrentar al local Alexei Popyrin, al punto de que le gritó a un aficionado: “dímelo a la cara”.
Pero no solo en Melbourne tuvo problemas, ya que en este Roland Garros vivió una situación similar. En su partido ante Roberto Carballés solicitó la intervención del juez de silla por un espectador que lo estaba molestando. “Estaba muy cerca de mi silla y animaba todo el tiempo a mi rival en mitad del punto. Me quejé al árbitro y me dijo que no podía hacer nada”, confesó en rueda de prensa.
No ha sido el único
Antes de Novak Djokovic otros tenistas habían alzado la voz por el comportamiento del público francés en este Roland Garros. David Goffin por ejemplo, ha sido uno de los que ha vivido las situaciones más complejas, recibiendo ataques por parte de las gradas.
“Cuando te están insultando durante tres horas y media, esperas que intervenga el juez de silla. Lo de hoy fue demasiado lejos, hay personas que están ahí con el único objetivo de molestar”, comentó el belga en conferencia de prensa.
Iga Swiatek, la número uno del mundo, llegó al punto de hablar con el público en la entrevista en cancha una vez que superó la segunda ronda. “Por favor, no griten durante los intercambios. Esto es serio para nosotras, estamos jugando por mucho dinero y puntos. Espero no convertirme en una de esas jugadores que no les gustan y al que la abuchean”, señaló.